La razón por la que elijo a Sally Mann como referente del retrato fotográfico es porque los retratos que realiza estan cargados de un clima completamente onírico, más digno del limbo que del mundo como lo conocemos, sello característico de su obra. Sus hijos figuran en la mayoría de su trabajo y, sin embargo, los protagonistas de sus fotos no son concretamente ellos mismos, sino sus infancias. Evadiendo aquellos conceptos cliché que se tiene de los chicos de mostrarlos con sonrisas de oreja a oreja, Sally Mann logra, con un manejo de la cámara tan sublime como natural, capturar en el tiempo los rasgos quizás no más gratos de la infancia de una persona o simplemente aquellos momentos de la juventud que pasan de largo simplemente porque uno no repara en ellos. Aquellos momentos que suceden y mueren al instante siguiente, pero que gracias a ella y a su cámara en mano, esos momentos pasan de ser efímeros a ser eternos.
HERMOSOS!!!
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